Una de las consultas más frecuentes de las madres luego del parto, está relacionada con la caída de pelo. Durante el puerperio el cabello suele debilitarse, estar más seco que de costumbre y caerse más fácilmente. La buena noticia es que esto es absolutamente normal. A la mayoría de las madres les sucede después que nace el bebé, pero todo vuelve a la normalidad unos meses después.
Durante el embarazo, todo el cuerpo se altera por la acción de las hormonas. El cabello de la mujer también sufre cambios debido a que las hormonas placentarias provocan un aumento de la secreción sebácea del cuero cabelludo. Por tanto, generalmente nuestra melena mejora significativamente. Incluso notarás que tu pelo se cae menos durante la gestación, ya que el estrógeno circulante mantiene los vellos en fase de crecimiento.
Dos o tres meses después del alumbramiento, se observa una disminución masiva de todo ese pelo que no se perdió durante el embarazo. Lo normal es que se caigan de 50 a 100 cabellos al día, en esta fase se pierde mucho más.
Durante la etapa de postparto, las hormonas se reequilibran y el cabello que había estado detenido en la fase de crecimiento durante el embarazo, empieza a caerse de forma bastante repentina y brusca.
No es cierto que la lactancia materna sea la responsable de la caída de pelo después del parto, ya que esto también se produce en madres que no amamantan.
¿Puedo hacer algo para evitar la caída del cabello?
La disminución del volumen de tu melena, no debe ser motivo de preocupación. No obstante, hay ciertos consejos que puedes seguir para cuidar tu pelo en esta etapa:
La alimentación es muy importante, ya que el bulbo capilar se nutre de las vitaminas y minerales que recibe a través del torrente sanguíneo. Lo que debes hacer es llevar una dieta variada y saludable.
Aumenta el consumo de frutas y verduras, lácteos y cereales. Presta especial atención a los alimentos ricos en vitamina B (avena, soja, levadura de cerveza, pollo, pescado, aguacates), ácidos grasos Omega 3 presentes en los pescados azules, nueces y en algunos vegetales, así como en minerales como el calcio, hierro, yodo y zinc (carne, cordero, germen de trigo, calabaza, maní, ostras, garbanzos, espinacas, etc).
Además, en la fase de mayor caída, evita los tratamientos capilares agresivos, el uso excesivo de secador y planchas, y utiliza un champú suave con ph neutro. Existen complementos nutricionales para fortalecer el pelo y aportarle densidad y volumen, así como tratamientos específicos para esta disminución, pero ante la duda consulta con el médico ya que algunos no son compatibles con la lactancia.
Recuerda que si notas que la caída se extiende durante un año o más, sería recomendable que acudas a un especialista.
Fuente: http://www.bebesencamino.com